Estimados clientes y amigos,
Les hacemos llegar estas recomendaciones básicas de mantenimiento y prevención de daños durante heladas para los jardines que hemos diseñado para ustedes.
Es importante cambiar la programación de los riegos de dos maneras:
La primera, bajar en un 20% la cantidad de minutos de riego. Por ejemplo, es común que programemos 6 minutos en aspersores rotativos para césped, pero debido a que en invierno las plantas, árboles, cubresuelos, etc., entran en un estado de letargo, su consumo de agua y nutrientes disminuye, por lo que el programa en este caso debería ser de 4 a 5 minutos.
La segunda, cambiar el horario de nocturno a diurno. Durante la primavera, verano y otoño recomendamos que los riegos sean en dos fases ligeras debido a las arcillas de nuestro suelo natural, la primera a las 21 o 22 horas y la segunda a las 5 o 6 horas para lograr el mejor aprovechamiento del agua evitando la evaporación. Pero debido a las próximas heladas, les recomendamos programar el primer riego a las 9 o 10 horas y el segundo a las 14 o 15 horas, con la finalidad de que el agua que se acumule sobre los follajes se evapore antes de los fríos de la madrugada. Cabe mencionar que éste cálculo está basado en programas de riego de 4 horas de duración, que es el promedio para jardines urbanos de escala media a grande.
Es importante evitar trabajos de poda en arbustos, plantas y cubresuelos. Esto se debe a que cuando el follaje exterior de los arbustos y plantas se hielan y sufren quemaduras, creando una capa natural que protege al follaje interior de las heladas subsecuentes, y en los cubresuelos es similar; los filamentos de las gramineas amarillas o de apariencia seca protegen a los bulbos y a las raíces de congelarse. Y de manera contraria al resto de las especies, éste es el mejor momento para realizar la poda de árboles.
Probablemente tenemos la idea de que la poda de árboles debe realizarse durante otoño, pero es una costumbre que aprendimos de las prácticas de países al norte de México. Nosotros recomendamos realizar la poda de árboles a finales de enero o principios de febrero, ya que además de que los árboles se encuentran en su verdadero letargo, los insectos y parásitos disminuyen su presencia significativamente, por lo que es la temporada más segura para que las heridas de los árboles sean menos vulnerables.
Les recomendamos realizar la poda de adentro de la copa hacia afuera, siempre en las coyunturas (codos), y siguiendo el procedimiento conocido como “corte en tres pasos”, siempre usando sierra manual o mecánica, y nunca usando golpes, machetes o tirones. Si es posible, cubrir la herida del corte con pintura de esmalte y limpiar con cloro diluido los instrumentos de corte entre un árbol y el siguiente.
Adicionalmente, les recomendamos no realizar retapes de la famosa tierra negra o lama sobre los pastos o cubresuelos. Esta es una práctica antigua y hoy sabemos que sus consecuencias son perjudiciales, pese a su aparente beneficio. El retape obliga al pasto a subir su nivel provocando un fenómeno que conocemos como acolchonamiento, y es cuando la raíces rebasan el nivel de las banquetas, andadores y guarniciones, además de impedir la adecuada oxigenación de los pastos y ofrecer un excelente refugio a insectos y plagas no deseadas. Por si fuera poco, también es una buena manera de introducir semillas o bulbos de plantas muy agresivas no deseadas.
Lo mejor es dejar los pastos crecer y evitar podarlos en ésta temporada, al menos durante los próximos 40 días. Esto protegerá a las raíces del pasto de las heladas y también nos dará la oportunidad de hacer una poda baja o a raíz en cuanto finalice la temporada de heladas.
Ya hemos notado en nuestros recorridos los primeros síntomas de las heladas que hasta hoy habían sido ligeras. Naturalmente, algunas especies son más resistentes que otras y también su situación de entorno influye en su comportamiento. Es por esto que podemos notar unas plantas con tonos cafés o negros y otras que parecen no haber sido afectados- pero sin duda todas pasan por esta etapa estacional.
Es importante mencionar que es muy raro perder plantas, arbustos, cubresuelos, etc. si tomamos las debidas precauciones y por supuesto, si se escogieron las variedades responsablemente.
Sabemos que es difícil de aceptar y que alarma ver las plantas, arbustos y el paisaje en general en tonos cafés o de apariencia marchita, pero ésta sensación es cultural, y es algo que debemos empezar a cambiar, ya que es parte de un ciclo natural y ademas benéfico para el ecosistema local.
Para finales de esta temporada e inicios de la primavera hay varios pasos a seguir y fertilizaciones para aplicar que con gusto les estaremos informando en un correo posterior.
Saludos,
Alejandro Campa
PAISAJE AC